Mi experiencia en la última escuela a la cual asistí comienza desde el año 2003. Asistí al último año de educación básica formal para luego entrar a la liga de la educación media, contando séptimo y octavo básico como preámbulo en el cual nos prepararon para el salto hacia la división científico-humanista.
En estos seis años de formación se nos preparó para la prueba de selección universitaria P.S.U por medio de constantes actividades y pruebas que se desarrollaban a lo largo del año académico. Esto significo que ramos tales como filosofía, psicología, artes y música tuvieran menor participación. Cabe mencionar que esto es algo que, en mi opinión personal, completamente negativo ya que estos ramos tomaron el carácter de un mero taller extra curricular, durando un año o un semestre para luego desaparecer en el último año. El ramo de filosofía y de psicología solo se presentan en los dos primeros años de educación medía, impartiéndose solo uno por año. Esto implicaba que el desarrollo de las unidades fuera bajo para así poder desarrollar todos los contenidos exigidos al profesor. Por otro lado, los alumnos que tenían interés en estas aéreas se veían limitados a solo un año académico.
Lo anterior dio paso para que el colegio impartiera más horas de matemáticas y lenguaje. En cuarto año, y el ultimo de la formación media, el colegio hace una división de alumnos en estos ramos dividiéndolos entre los alumnos con mejores y menores promedio de notas en ambos cursos (científico y humanista) juntando así a los alumnos con mejor rendimiento en un curso más avanzado en donde se les presionaba más a la vez que se les impartía mayor contenido académico y mayor reforzamiento para las P.S.U. Estos reforzamientos iban de la mano de una gran presión por parte de los profesores, quienes siempre generaban comparaciones discriminatorias con otros alumnos de menor rendimiento.
Como contraparte de la situación anterior estaban los alumnos con menor rendimiento los cuales eran separados en otro curso en donde se les impartía clases con menor dificultad pero a su vez con menos contenido a comparación del otro curso. Los profesores que impartían los dos ramos mencionados eran diferentes y se enfocaban más en el desarrollo de las unidades que a presionar a los alumnos.
Esto es un aspecto, en lo personal, negativo puesto que el colegio segrega a los alumnos por sus capacidades académicas y coarta la posibilidad de desarrollo a aquellos que son puesto en el curso de menor rendimiento. De la misma forma los alumnos que son puestos en los curso de alto rendimiento se ven constantemente enfrentados a un estrés continuo por parte de los profesores lo que dificulta su desarrollo ya que se ven bajo constante presión para cumplir con los estándares exigidos por los profesores.
Pero no todo es negativo. Hubieron aspectos positivos en lo que fue mi experiencia como alumno. Existieron docentes que ampliaron mis gustos académicos en el rea de las artes como lo fue la música ya que estos indagaron más en la necesidad y capacidad de cada uno de nosotros. En el área de las ciencias y en lenguaje tuve profesoras que con paciencia y didácticas simples lograron que los alumnos con más dificultades lográramos aprender el contenido por igual.
Además en el área del lenguaje, en el diferenciado del mismo ramo, la profesora incentivaba al análisis y la reflexión crítica de textos propuestos por los mismos alumnos por lo que ayudó a ampliar e incentivar la lectura en los alumnos.
En conclusión, la disposición de algunos docentes en el área en que se desempeñaban sirvió para que existiera mayor interés y desarrollo por parte de los alumnos, mientras que en los aspectos negativos, se generaba una segregación por parte de profesores quienes comparaban negativamente a los alumnos y metían presión a los alumnos.
Por Leonardo Sandoval
No hay comentarios:
Publicar un comentario